Consuelo y Estabilidad
«Ahora nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios, incluso nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha dado el consuelo eterno y la buena esperanza por medio de la gracia, consuele sus corazones y lo establezca en toda buena palabra y trabajo» 2 Tesalonicenses 2: 16-17 La oración de Pablo por los creyentes de Tesalónica […]