1. Creemos en un solo Dios verdadero: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, y estos tres son Uno. Ellos son iguales en naturaleza, poder y gloria-Deuteronomio 6: 4; Juan 17: 3; I Juan 5: 7.

2. Creemos que las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento son la revelación de la Palabra de Dios, y constituyen la única verdadera regla de fe y práctica-II Tim. 3:16; Romanos 15: 4; II Pedro 1:20, 21.

3. Creemos en el amor eterno e inmutable de Dios que, antes de la fundación del mundo, el Padre eligió a un número determinado de personas de entre la raza humana quienes fueron llamados a la salvación eterna-Efesios 1: 4; II Timoteo 1: 9; I Pedro 1: 2; Juan 15: 6; Ef. 2:10.

4. Creemos en la caída del hombre, y que él es incapaz de levantarse a sí mismo de su culpabilidad y de la muerte en la que se encuentra por causa del pecado-Salmo 14: 3; Romanos 3: 9-20, 3:23, 5:12; Efesios 2: 1-3.

5. Creemos que Jesucristo existió desde toda la eternidad como el Hijo eterno de Dios. Creemos que en el cumplimiento de su parte del Pacto Eterno de Gracia, Él asumió la naturaleza humana, nació de una virgen, y que Él caminó en la tierra como Dios manifestado en carne. Él realmente sufrió como Sustituto y Garante de los elegidos de Dios (y sólo de ellos), Él es quien llevó sus pecados y pagó la pena justa de sus pecados ante la justicia Divina. Su muerte hizo plena satisfacción de la justicia de Dios y obtuvo redención eterna para los elegidos de Dios, Juan 1:18; Filipenses 2: 5-8; Isaias. 7:14; Mateo 1:23; Galatas 4: 4; Mateo 1:21; Juan 10:15; Hebreos 9:12, 10:10-12.

6. Creemos que los pecadores son justificados ante los ojos de Dios por la justicia de Cristo que les es imputada -Romanos 3:24, 4:25; Tito 3: 5-7.

7. Creemos que los elegidos de Dios, serán llamados y regenerados por el Espíritu Santo en esta vida, en algún momento entre su concepción y su muerte. Creemos que la obra del Espíritu Santo en la regeneración, o el nuevo nacimiento, es siempre eficaz, y se lleva a cabo sin la asistencia ni la cooperación del hombre-Juan 3:8, 6:37; Romanos 8: 28-30; II Timoteo 1: 9, 10; Santiago 1:18; II Pedro 1: 2.

8. Creemos que los santos han de ser preservados en la gracia y nunca perecerán. A pesar de que luchan con los efectos persistentes de una naturaleza depravada en el pecado y los ataques del mundo y Satanás, ellos nunca van a perder ni van a ser despojado de su fe. Por la gracia de Dios van a vencer al mundo, darán fruto espiritual y serán más que vencedores por medio de Cristo. Nada puede separarlos del amor de Dios-Juan 10: 27-29; Romanos 7: 15-24, 8:38, 39; I Pedro 1: 5; I Juan 5:1-5; Judas 24.

9. Creemos en la resurrección de los muertos y en un juicio final; y que el castigo de los malos y el gozo de los justos serán eternos-Mateo 25:32, 34, 41, 46; Juan 5:28, 29; Hechos 17:31, 24:15; II Corintios 5:10.

10. Creemos que el bautismo y la Cena del Señor son ordenanzas de Cristo, que se han de mantener hasta su Segunda Venida; que los creyentes son los únicos sujetos adecuados para el bautismo, que la inmersión es el único modo aceptable, y que ninguno, excepto los que han sido bautizados según las Escrituras, son admitidos para participar en el servicio de comunión o Santa Cena; asimismo, el lavado de los pies de los santos es un ejemplo de amor y humildad que debe ser practicado por los miembros de nuestra iglesia-Mat. 3: 15-17; Lucas 22:19, 20; Juan 3:23, 13: 13-15; Hechos 8: 37,38.

11. Creemos que la iglesia de Jesucristo es la máxima autoridad eclesiástica en la tierra, sujeta sólo a Cristo, su Cabeza, en todos sus actos y que su forma de gobierno es congregacional, cada miembro tiene igual voz -Hechos 6: 3; II Cor. 2: 6; Col. 1:18.

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