«En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.» Juan 1: 1

Los otros evangelios comienzan con los eventos que rodearon el nacimiento de Jesús o el comienzo de su ministerio terrenal. El evangelio de Juan comienza antes de eso. Este hombre que llamamos Jesús es también Dios. Mientras que su existencia humana tuvo un principio, en su deidad, Dios el Hijo ha sido siempre. Juan dice: «En el principio … Él ya existía!»

Antes de los poderosos, el antiguo imperio babilónico, o Alejandro Magno, o Gengis Kan, o Napoleón, o el imperio británico, o los Estados Unidos, o ISIS … Dios el Hijo era! Las implicaciones de esto son impresionantes.

Uno, su existencia no depende de un poder superior para sostener. Él existe y es sostenida por su propio yo. Dos, no importa lo grande y apasionado de la oposición, Jesús nunca será destronado y su reino nunca fallará. Tres, ya que Él es eterno, sus promesas a los que creen en Él siempre son válidas. No sólo sus promesas, pero todos los aspectos de su palabra se mantenga firme.

¿Qué significa esto para usted hoy? ¿Está adorando a Aquel que siempre ha sido y siempre lo será? ¿Usted tiene consuelo y aliento aun viviendo en un mundo lleno de maldad y confusión? ¿Está creyendo, confiando, obedeciendo y descansando en su palabra inquebrantable?

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